El dinero es un tema que siempre está en tu cabeza, la mayor parte del día lo estas buscando, tratando de ganar o crear.
Si el factor que guía mayormente tu vida es el dinero no crees que sería importante conocerlo y sobre todo saber que significa para ti…
Piensa un poco ¿Qué es el dinero? Puede ser poder, un artículo de intercambio, energía, tiempo, una herramienta o el reflejo de alguien más, etc. Pero realmente es un dispositivo de almacenamiento ¿qué significa esto?… Por ejemplo 1 dólar en Estados Unidos almacena un valor diferente a lo que almacena 1 dólar en México y ese valor está determinado por muchos factores ajenos a ti.
En la relación que cada quien tiene con el dinero es importante saber las reglas para que nada sorprenda como las gubernamentales, laborales, empresariales, etc. pues al conocer cómo es el juego será más fácil saltar los obstáculos para lograr los propósitos.
Pero… ¿De dónde viene el dinero? Cuando llega a ti fue creado o ganado, tu cómo lo vives… ¿Qué crees que genere más abundancia en ti?… Pensar que el dinero se crea o se gana. Medita esto un poco, ya que en la forma de buscar el dinero está tu relación con él. Esta semana te invito a que experimentes cada vez que compres algo o recibas dinero, cómo te comportas tú con él, cuáles son tus pensamientos y emociones.
Pues si analizamos un poco esto, ¿Qué genera en ti cuando lo tienes y a su vez cuando no lo tienes?… Si te das cuenta, las respuestas que te llegaron son totalmente emocionales. Ahora, ¿cómo quisieras vivirlo?, pues el dinero es cíclico, va y viene no es algo estático, pero la abundancia es una decisión de vida.
La mayoría de las emociones relacionadas hacia el dinero son de procuración, incertidumbre, miedo, pues están basadas en experiencias pasadas en aprendizajes que lastimaron en el pasado.
El dinero es un factor importante, así que date tiempo para observar todos los detalles relacionados con él. Después haz una lista de lo que ¡sí quieres que pase en tu vida!, y concéntrate en crear ese espacio. Todo esto se logrará con práctica y sobre todo ten claro cuál es tú para qué de esto. Cuando lo hayas definido, practica viviendo cómo si ya fuera una realidad, pues cuando tienes clara tu intención ya has abierto ese camino, solo hay que recorrerlo.