Te ha pasado que quieres decir algo, tienes una muy buena idea, pero al querer decirla empiezas a trabarte. Mientras te peleas en tu cabeza y a la hora de hablar no dices lo que querías, de la manera correcta.
¿Por qué pasa esto? Vamos desmenuzando esta información… Imagina que estás hablando con tu jefe (o alguien que te impone) sobre un problema importante, donde a ti se te ocurre una idea muy buena que crees que va a funcionar, pero al querer decirla tu mente o “tu vocecita” empieza… “¡No te va a creer!… ¿Para qué le digo?, y donde lo hagas mal, etc.
Pero dices ¡Va, me animo! Y al mismo tiempo contestándote las preguntas anteriores, perdiendo la intención de tu buena idea, pues toda la energía que traía ya se disipó y se reparte en varios caminos haciéndote hablar con duda e inseguridad, dando como resultado que no se tome tu idea y tu creer que no era tan buena opción. Otras veces sigues discutiendo contigo si lo dices o no, perdiendo el momento exacto, para después darte cuenta de que lo que ibas a decir era la respuesta correcta al problema.
Es como si tuvieras una fuente de donde sale la creatividad y lo que para ti es importante., cuando se prende la inspiración sale agua del color exacto, temperatura, sabor que queda perfecto con el momento y con lo que quieres decir; pero la copa en la que lo pones está rallada, media rota y se empieza a salir el agua que le quieres dar a probar al otro, así que no se logra el resultado que esperabas.
Para que te puedas comunicar cómo tú lo necesitas hay que trabajar ciertos aspectos, pues tu copa debe fortalecerse para dejar ver lo que lleva a dentro y que puedas tomar o darle a otros exactamente como salió de la fuente de tu inspiración.
Los pasos que te ayudarán son:
- Date cuenta cuando de cómo sucede lo anterior en ti, sin juzgar, simplemente dándole espacio.
- Observa cuáles son las vocecitas más comunes que te dices o escuchas a dentro de ti.
- Con qué tipo de personas o con quienes te pasa más seguido lo anterior.
- Pregúntate cuando te salió una buena idea: ¿cuál es tu intención en esto? ¿Qué quiero lograr?
- Imagina, lo que si quieres que pase, ¿cómo quieres que salga el resultado? Y siente esa energía que sale de tu buena idea por todo tu cuerpo.
- Si tienes tiempo ensáyalo frente al espejo o con otra persona para que te escuches antes de hacerlo, te dará más seguridad escucharte.
- Al hablar habla desde tu intención y lo que quieres lograr.
¡Milagros y bendiciones!
Rosy D’Amico